Un día duro lo tiene cualquiera...
Hoy... hoy no es un día cualquiera...
Y es que hay días que parecen ir en contra tuya en lugar de ir en tu misma dirección. Y, ¿sabéis por qué? Porque todo lo ves negro, no quieres que nadie te hable ni te moleste y lo único que piensas es en llegar a casa y esconderte en tu dormitorio. Refugiarte entre las sábanas y desear que llegue el próximo día cuanto antes esperando ver el sol al final de la tormenta.
Hay días en los que recibes malas noticias y te vienes abajo. Días en los que amaneces triste sin saber por qué y se te empañan los ojos y lloras desconsolado hasta creer que no puedes más, pero luego entras a una clase de ayuda de un curso de escritura que estás recibiendo y te das cuenta que lo que habías llorado no era más que el epílogo de todo cuanto está por llegar.
Esto mismo acaba de pasarme.
Hoy me he abierto en canal y he dejado que mis miedos, mis bloqueos atrás.
¡Quién me lo iba a decir!
Pero después de mucho tiempo, por fin empiezo a sentir que puedo conseguir todo lo que me proponga y que estoy en el lugar correcto para ello.
He conocido a gente maravillosa que rema en una misma dirección y en muy poco tiempo hemos hecho piña lo cual siempre ayuda a sentirte arropado y estimado. Los cuales ponen en valor tu trabajo y tu forma de ser (y sin conocerte en persona, que mira que eso es raro hoy en día ¿eh?).
En fin, no quiero ser pesado. Sólo me urgía la necesidad de haceros partícipes de todo esto. De que todo escritor no deja de ser persona y como tales, estamos inmersos en todo tipo de problemas que vivimos e intentamos superar como podemos, sabemos o nos dejan.
Hoy me han ayudado a mi, me han ayudado a ver este día nublado y frío como algo pasajero y que depende de nosotros, de nuestra fortaleza interior enfrentarnos a todo lo que nos venga y aprender de ello pues, al fin y al cabo, todo aprendizaje lleva siempre un proceso de dolor y un proceso de liberación.
Así que como dice el título de este post, todo el mundo tiene un mal día. No obstante, son los menos, por lo que no dejemos que nos influyan y que nos frene.
Quizás sea ese el mejor aprendizaje del día, de la semana o del mes... ¡quién sabe! Lo que sí sé, es que debemos mantener la vista fija en nuestro objetivo y luchar con uñas y dientes para llegar hasta él.
¡Gracias por vuestro apoyo y cariño!
Y como suelo decir mucho: mañana más y mejor.
JC SANZ