¡Gracias!
¡Hola amig@s!
Cuando el otro día escribí mi anterior post, no pensaba en la repercusión tan grande que iba a tener ni mucho menos el alcance emocional que podía significar para vosotros, por lo que no puedo más que daros las gracias por todo vuestro apoyo y cariño.
Estoy seguro que el Javier de diez años, también se emocionaría al leer vuestros comentarios y al ver que no estaba solo por más rodeado que estuviese. Y, aunque delante de nadie se mostró triste ni decaído, sí que es cierto que cuando se encerraba en su dormitorio se hartaba de llorar y se hacía cientos de preguntas a las que no sabía responder ni mucho menos encontrar el modo de hacerlo.
Hoy, muchos años después, sí que puedo decir que ese niño me mira cada día en el espejo y me sonríe orgulloso de ver en quién me he convertido y sobre todo, por saber que no me he rendido nunca por más palos que me ha dado la vida.
Algunos habrían desistido en el intento de ser feliz tras años de acoso y agresiones. Tras años de recibir más que desprecios por el mero hecho de pensar diferente, por ser educado con las mujeres, por tratarlas como se merecen... ¿Pero sabéis qué?
No me arrepiento de nada.
Yo soy así. No soy ni más ni menos que nadie. De hecho, aún me queda mucho por aprender, pero sí que puedo decir bien alto que todo por lo que he pasado me ha ayudado a ser quien soy.
Hoy en día, aquel niño de 10 años que miraba con pasión a su maestro y soñaba con sentarse en aquella inmensa mesa situada delante de la pizarra hizo su sueño realidad y he de decir que me quedaba corto con la inmensa sensación que te produce ver a los peques delante tuya, aprendiendo y formándose en personitas adorables y educadas, pues no voy a permitir nunca que ninguno de mis alumnos o alumnas sufra lo que yo sufrí.
De todos modos, esto es un proceso de todos y entre todos conseguiremos erradicar las malas hierbas de la sociedad. Sé que es un trabajo arduo, pero lo conseguiremos, ¡estoy seguro!
Ahora os dejo, gracias de nuevo por aguantar toda esta chapa que os acabo de soltar y nos vemos muy pronto... ¡lo prometo!
JC SANZ